En Colombia, 93 % de las personas que adquieren un crédito, registran movimientos positivos en su historia de crédito, según Datacrédito. Tener una buena vida crediticia garantiza que, en el futuro, sean aprobados con facilidad posibles préstamos o solicitudes bancarias.

Al iniciar la vida laboral y empezar a recibir ingresos es una de las primeras cosas que preocupa, ¿cómo inicio mi vida crediticia? Pero sobre todo la preocupación radica en las deudas que se empiezan a adquirir y que, en algún punto, se pueden volver inmanejables.

La vida crediticia o historia de crédito es la carta de presentación de una persona, en la que se refleja el comportamiento frente al crédito y a obligaciones crediticias. Es la suma de nuestros antecedentes de pago y compromisos adquiridos con entidades tales como: bancos, aseguradoras, empresas de telefonía móvil, entidades comerciales, cooperativas, entre otras.

La historia de crédito, por tanto, comienza cuando se toma la decisión de adquirir un compromiso crediticio con cualquier entidad o empresa que otorgue crédito, estableciendo un compromiso de pago por la adquisición de dicho producto o servicio.

De acuerdo con Camilo Garay, Vicepresidente de Consultoría de DataCrédito Experian«El crédito, es un instrumento para apalancar proyectos personales o laborales, emprendimientos, o incluso inversiones. Por eso, si se está pensando en acceder a crédito para alcanzar algún propósito específico, entonces se puede entender que la construcción de una historia de crédito es importante”.

El primer paso es crear una cuenta de ahorros que pueda abrir el camino hacia el sistema financiero, el ahorro es fundamental para acceder al crédito. Aprender a manejar los ingresos, para poder administrar los recursos cuando se adquieran deudas es un muy buen primer paso.

Para tener vida crediticia no necesariamente debemos enfocarnos en grandes créditos; normalmente, se puede empezar con productos o servicios de montos pequeños, como por ejemplo, adquirir un servicio pospago de telefonía celular o un electrodoméstico por medio de algún plan de financiación.

Otra opción, para iniciar con la construcción de una historia de crédito, puede ser iniciar con productos de entidades financieras de montos pequeños que no excedan la capacidad de pago. En todo caso, es importante analizar siempre la capacidad de pago para no sobre endeudarse.

Otros consejos son:

Organizar y distribuir los ingresos y egresos: al categorizar el dinero, tendrás una idea más clara de qué monto de dinero se usará para alcanzar una meta específica. De este modo, se hará mucho más fácil poder ajustar el presupuesto, organizar los estados de cuenta y fijar las metas. Si se distribuye bien el dinero, podrás tener una mayor estabilidad financiera.

Tener control del dinero: es importante saber a dónde va el dinero y en qué se están gastando. Tener control sobre tus ingresos te ayudará a saber priorizar los gastos. Un plan determinado generará un hábito financiero saludable que podrás aplicar durante toda la vida y te salvará de momentos de estrés y preocupación.

Pagar las deudas a tiempo: tener un presupuesto mensual permitirá cancelar puntualmente los compromisos financieros que tienes con tu entidad bancaria y evitar intereses adicionales por pagos atrasados. Este no es el único beneficio de estar al día con las cuentas, pues ser un buen pagador es sinónimo de tener un buen historial crediticio.

Ahorrar para el futuro: uno de los mayores beneficios de contar con un plan financiero es poder ahorrar. Para ello, es relevante establecer las prioridades para el mes o el año.

Tener un fondo de emergencias: ser organizado y saber administrar los ingresos, de esta manera poder distribuir el dinero según las necesidades e incluso permitirá destinar un monto de dinero en caso de que se presente cualquier emergencia.

Fuente: https://www.larepublica.co/finanzas-personales/por-lo-menos-93-de-las-personas-piden-credito-tienen-una-buena-historia-crediticia-3446199